No sé por qué te escribo esta carta. Quizá la tontería, ridiculez e ingenuidad de pensar que algún día tendrás conocimiento de las palabras que adornan estas líneas. Ya te lo encontrarás sin sentido, y pensarás que está algunos años tarde.
No sé si lo que me mueve aún, lo que te mantiene en mi memoria es el remordimiento, la culpabilidad... la fantasía de lo que pudo ser. Quizá todo esto y ninguna de estas cosas a la vez. Pero es la realidad. Cuando pienso que he continuado, que no me importa, que no me acuerdo la última vez que me pregunté que será de tí hoy día, ahí está. Un pensamiento que se cuela entre los míos, una idea cercana a ser inverosímil; la utopía de que eso alguna vez te haya pasado a tí.
En el momento de decirte que lo sentía no supe cómo. Quizá hice todo lo contrario de lo que debía. Bueno, no quizá, lo hice. Como si no hubiera sido suficientemente abismal lo ocurrido. En algún momento me imaginé que nada de lo que hiciera sería peor que el original, pero me hundí cada vez mas en fango. En el momento que dejé que me envolviera lo que estaba ocurriendo, ya era muy tarde. For so long I became numb, era tan ridículamente irreal que me negué por completo a aceptar mi responsabilidad de la situación.
Tras la confusión que siguió a la tormenta, enfocaste la situación con una lógica casi escalofriante. Tuve mi castigo, cumplí mi condena, para seguir recibiendo látigos de tu parte. Por demasiado tiempo me convencí que merecía ese trato, que de algún modo el daño que me pudieras hacer era excusable. Pero no tuvo límites, y se hizo mucho más de lo que cualquier mortal puede merecer, inclusive por situaciones astronómicamente mayores. Nunca lograste entender que el peor castigo fue el conocimiento de haberte perdido para siempre.
Y alguna parte de mí me dice que continuar con el análisis de toda la situación, de las causas, de las consecuencias, es algo increíblemente tonto. La falta de madurez, la ingenuidad, las circunstancias, el momento... La posibilidad de que aunque fuimos nosotros los protagonistas, tantas cosas más influyeron, es perfectamente realista. Y de alguna manera, es algo que todavía no he logrado tallar en piedra. Es como si estuviera escrito en arena, y por más que me lo recuerde, de tiempo en tiempo, una ola vendrá a borrarlo todo... dejándome sin recordar el mensaje original o cómo o por qué llegó allí.
No sé qué te dijera si te tuviera de frente. Si tuviera la oportunidad de que me escucharas. De que soltaras recuerdos amargos, barreras, orgullo, mecanismos de defensa... No sé lo que pienso del hecho de que no seas capaz de perdonarme. Si lo hicieras, me lo dirias? En verdad estaría yo más tranquila con ello? Y no sé si te tengo pena, porque no eres capaz de verlo como lo que fue, un trago que es amargo, pero parte de ser humano y no estar exento de cometer errores.
Es innegable pensar que a veces todavía lo pienso. Gracias a Dios que cada vez los intervalos son más largos entre un pensamiento y otro de este tipo. Y esto es parte del proceso de que me perdone a mi misma. De que entienda que éramos muy jóvenes. Quizá ambos un tanto inmaduros. Que i took you for granted, pero eso no implica que no te quise de veras. No sé cómo se filtró en mi corazón esa idea... que siempre estarías allí. Me aferré a ella de tal manera, que de algún modo es la razón por la que todavía no entiendo que no lo estés.
It's been a long time. Too long. Y hay quienes pueden clasificar de patético de mi parte que a esta altura de juego seas la inspiración de este momento, de estas letras. Quiero que sepas que te perdono. Que aunque no entienda cómo se puede tratar así a alguien que alguna vez quisiste, no guardo rencor contra tí. Entendí que hace mucho tiempo que no me merezco tu desprecio, tu indiferencia, tu gozo en mi sufrimiento. Que no merezco tu decisión de ignoracia. Tu manera consciente de herirme, sin consideración alguna de mis sentimientos. Tu capacidad de quererme con locura, de aferrarte a mí, hacerme tu mundo completo, para luego convertirme en algo menos que una cualquiera.
Estoy consciente de que hace siglos que no lo recuerdas, que no te importa. Que te reirías de sólo pensar que todavía alguien remembers any of it at all. Puedo estar tranquila. Sé que si las cosas son como son, fui su creadora. Y también sé que cumplí mi parte, y ahora puedo mirar atrás y apreciar las cosas por lo que fueron. Tomar lo bueno, y atesorarlo, y tomar lo malo, y aprender de ello. Aprender a no jugar con cosas delicadas y vulnerables, pero a la vez a valorarme y ser objetiva... a seguir adelante.
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